#51 – TERAPIA DE HOMO-CONVERSIÓN, FLUIDEZ SEXUAL Y LA LEY

Como estadístico profesional, aquí presento un análisis académico secular que muestra que con el paso del tiempo muchas personas experimentan una fluidez en sus atracciones sexuales. Estudios muestran que después de 10 años, 2 de cada 3 mujeres lesbianas ya no se describe a sí mismas como lesbianas. Similarmente, 1 de cada 10 varones ya no se describen a sí mismos como homosexuales.

Con este análisis muestro que los intentos legales de restringir la disponibilidad de asesoramiento responsable para quienes experimentan movimiento en su orientación sexual hacia la heterosexualidad no son justas. Este tipo de ley viola los derechos humanos de estas personas y sus familias al imponer restricciones legales arbitrarias, perjudiciales y discriminatorias.

Sexual fluidity - a statistical study

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TERAPIA DE HOMO-CONVERSIÓN, FLUIDEZ SEXUAL Y LA LEY – Situación actual en España

El proyecto de ley

En un creciente número de países existen proyectos de ley para penalizar la ‘Terapia de homo-conversión’ u ‘homoterapia’ [Homo-healing or Homo-conversion therapy]. Es cierto que las leyes que protegen las personas vulnerables de agresión externa deben ser apoyadas. El reto en este caso es el de encontrar un equilibrio entre la protección de los vulnerables y el respeto de los derechos humanos. Al considerar este nuevo proyecto de ley, dos preguntas son fundamentales. La primera es: ¿Qué se entiende por ‘terapia de homo-conversión’? En debates públicos noto que se hace referencia a procesos químicos, electrochoques y fuertes presiones sicológicas y religiosas sobre víctimas no-heterosexuales. Pero en los proyectos de ley, la definición de esta ‘terapia’ es generalmente mucho más amplia.

La segunda pregunta es: ¿Es la orientación sexual algo fijo, o puede existir fluidez (cambio de orientación sexual) en algunas personas? Si es fija, entonces cualquier ‘testimonio’ de cambio de orientación es falso e hiriente. Pero si la orientación sexual resulta ser fluida en algunas personas, entonces cualquier restricción legal en la disponibilidad de apoyo y consejería para personas que experimentan fluidez hacia la heterosexualidad, y aquellos que desean explorar la posibilidad de cambio, es arbitraria y discriminatoria. Este tipo de ley viola los derechos humanos de estas personas. En lo que sigue, contesto la segunda pregunta con estadísticas que comprueban que la fluidez sexual en algunas personas es una realidad.

Estudios que muestran la fluidez sexual

Los estudios académicos utilizan el término ‘fluidez sexual’ para referirse a cambios en la dirección de los deseos, atracciones, orientación o identidad sexual. Un estudio realizado por Mock y Eibach (Archives of Sexual Behaviour 41, 2011) muestra que, después de un período de 10 años, el 2,15% de los participantes declara haber cambiado de orientación sexual. La heterosexualidad mostró ser la orientación más estable. Uno de cada 10 hombres homosexuales reportaron un cambio en su orientación sexual. Entre mujeres la fluidez es mayor: 2 de cada 3 mujeres lesbianas y bisexuales reportaron haber cambiado de orientación sexual durante estos 10 años. Los cambios publicados son los siguientes:

Hombres heterosexuales 0,78%                                               Mujeres heterosexuales 1,36%

Hombres homosexuales 9,52%                                                 Mujeres homosexuales 63,63%

Hombres bisexuales 47,06%                                                       Mujeres bisexuales 64,71%

Otros estudios sobre la fluidez sexual presentan resultados similares. El de L. Diamond (Developmental Psychology 44, 2008) muestra que el 67% de las mujeres no heterosexuales reportan un cambio de orientación sexual a lo largo de un periodo de 10 años. El estudio de Kinnish, Strasberg y Turner (Archives of Sexual Behaviour, 34, 2005) confirman estos resultados, mostrando además que la fluidez sexual vivida entre jóvenes es aun mayor.

Conclusiones populares erróneas

Error 1: La orientación sexual es una elección personal. Experimentar fluidez sexual no significa que tenemos control sobre ella. Existen varios métodos para medir la dirección de la orientación sexual. La mayoría de estos estudios busca medir sentimientos románticos, atracción sexual, fantasías y comportamientos sexuales. De estos se puede decir que solo las fantasías y el comportamiento son elecciones personales.

Error 2: La fluidez sexual se puede inducir. El hecho de que algunas personas experimenten un cambio en su orientación sexual no significa que toda persona pueda vivir esa fluidez. La mayoría de las personas tiene una orientación sexual estable. Una persona solo sabe que pertenece a ese grupo de personas que experimentan fluidez sexual cuando empieza a vivir ese cambio. El cambio no se puede forzar. Esto no quiere decir que alguien que experimenta confusión en su identidad sexual no tenga derecho a recibir ayuda para explorar la posibilidad de un cambio.

Error 3: La fluidez sexual puede ser dirigida. El origen de la orientación sexual es compleja. Estudios actuales sugieren que hay factores biológicos, psicológicos y sociológicos que pueden influir en la estabilidad y la fluidez de la orientación sexual de una persona. El revisitar experiencias vividas en la niñez, el reflexionar sobre traumas o abuso sexual y el entender cómo nuestro contexto socio-cultural afecta nuestras elecciones, puede ayudar a reducir o eliminar la confusión en la orientación sexual en algunas personas. Este tipo de apoyo puede ser liberador y enriquecedor, incluso si no se experimenta cambio de orientación sexual.

Fluidez sexual en España

Si la población adulta de España es similar a la población encuestada en el Estudio Mock y Eibach, se espera que en un período de 10 años el 2,15% de sus 47 millones de habitantes experimentará fluidez en su orientación sexual. Es decir, 1.010.500 personas. Dado que los jóvenes muestran mayor fluidez sexual que los adultos (Kinnish, Strasberg y Turner), este estimativo es bajo. Además, la fluidez sexual también puede manifestarse después del periodo de 10 años del estudio. Una estimación aproximada y bien conservadora es que al menos 1,2 millones de personas en España experimentan fluidez en su orientación sexual en el curso de su vida.

Conclusión: Un número significativo de ciudadanos de España tienen o tendrán la experiencia de fluidez sexual. La orientación sexual de estas personas puede cambiar en varias direcciones; estas incluso pueden vivir un ‘viaje de vuelta’. Toda persona que vive este tipo de cambio debe poder recibir asesoramiento en su viaje, si así lo desea.  Un asesoramiento responsable debe estar disponible para cada persona que lo necesite, independientemente de la dirección del cambio que experimente o desee.

Todo intento legal de restringir la disponibilidad de asesoramiento responsable para quienes experimentan movimiento o cambio en su orientación sexual hacia la heterosexualidad no es justo. Este tipo de ley viola los derechos humanos de estas personas y sus familias al imponer restricciones legales arbitrarias, perjudiciales y discriminatorias. En vez de desprotegerlo, la ley debe amparar a este colectivo.