Siervos… por amor a Cristo
Existen numerosos ejemplos en las Sagradas Escrituras de creyentes que sufrieron por hacer el bien. El apóstol Pablo pasó la mayor parte de su vida sirviendo a otros, pero su motivación era agradar a Dios y no a los hombres. Esta corta poesía nos invita a liberarnos de la telaraña de expectativas humanas para convertirnos en siervos obedientes – siervos por amor a Cristo.